No me mueve, mi Dios, para quererte.
No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido, ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte. Tú me mueves, Señor, muéveme el verte, clavado en una cruz y escarnecido, muéveme ver tu cuerpo tan herido, muéveme tus afrentas y tu muerte. Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara, y aunque no hubiera infierno, te temiera. No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera. ( autor: Anónimo ) Después de la muerte llego la resurrección. Tal vez nunca como en este tiempo toda la humanidad en distintas formas expresa este deseo. Esperamos todos resurgir después de este periodo de aislamiento por la pandemia. Hoy mas que nunca les deseo que pasen una hermosa Pascua, teniendo la presencia de Jesús en vuestros hogares. Elegí para co