Por los caminos de Santiago

Uno de los caminos de peregrinación más celebres de la cristiandad es el Camino de Santiago de Compostela, históricamente llamado Camino de Santiago, cullo itinerario principal parte desde la ciudad de St Jean Pied de Port, en el país vasco francés y atravesando los Pirineos luego de 970 kilómetros llega a la ciudad Santiago de Compostela en la Galicia española. Actualmente son numerosos los caminos alternativos que llegan hasta Santiago cada uno con sus particularidades y bellezas. 


Este camino a sido recorrido por peregrinos por más de mil años generalmente por motivos religiosos de peregrinación, que movidos por el interés de acrecentar el espíritu han atraído personas de todas las latitudes y culturas. Actualmente se han multiplicado los intereses tales como, el turismo religioso, una excelente ruta de trekking, el motivo cultural y para muchos un lugar en donde se puede encontrar consigo mismo.

Realicé el camino francés desde León en dos oportunidades, la primera acompañando a un grupo de jóvenes y dos años más tarde en forma solitaria ya que no había podido organizar un grupo por lo tanto decidí hacer esta experiencia. 

El tramo eran unos 300 kilómetros y diariamente tenía un régimen de recorrido de unos 20 a 25 kilómetros, atravesando la parte norte de España. Se encuentran pequeños pueblitos en las comarcas montañosas y atravesando bastos bosques y campos se adquiere un contacto con la naturaleza sin igual. Se visita algunos lugares emblemáticos como la Abadía de Samos.

En esta ruta uno encuentra a lo largo de la jornada numerosas personas que como uno están compartiendo el mismo camino y también gozando del increíble paisaje, en el te encuentras con familias que con pequeños hijos transitan el camino en bicicletas o a pie, grupos de decenas de personas, grupos pequeños de tres o cuatro y algunos en solitario como yo. Siempre que te encuentras con alguien, está siempre el saludo alegre del deseo de “buen camino”; este saludo en muchas ocasiones es motivo intercambio e inicio de dialogo, siempre que el idioma lo permita, estas charlas a veces son breves y se hace siempre caminando, y duran, algunas decenas de metros o tal vez kilómetros, esto claro, si el ritmo del caminar es parecido. 

No faltan los pequeños inconvenientes como una lluvia, ampollas en los pies un zapato roto, el extremo cansancio por la falta de entrenamiento, en fin, aquellos problemas que aun en el camino de Santiago nos acompañan.

Esa mañana había iniciado a las 5.30 a.m. el tramo desde Villafranca el Bierzo hacia O Cebreiro una de las etapas más duras, no solo por el tramo montañoso sino por el calor previamente anunciado. En el camino sobre el cresta de la montaña se veía el horizonte con sus valles interminables, no había nadie tal vez por kilómetros. Me dirigía caminando con paso resuelto con el propósito de llegar al medio día a próximo pueblo, antes de que el calor fuese insoportable. 

En cierto momento delante mío veo un objeto en el suelo, veo que era un portafolios de cuero, lo levanto y cuando y me di cuenta de que se le había caído a alguno de los peregrinos. Había documentos personales, dos tarjetas de crédito y unos tres mil euros. Observe quien era el dueño del portafolios, era una mujer de media edad de nacionalidad italiana, memorice su nombre y luego guarde el portafolios en mi mochila. Pensé en que seguramente la dueña del portafolios estaría desesperada buscándolo y me propuse de está atento y hacer lo posible para devolverlo. 

Luego de unas horas fui alcanzado por un grupo de jóvenes que traían un ritmo mucho más veloz que el mío y con un saludo unánime de “buen camino” pasaron a mi lado. Enseguida llamé a uno de ellos y le dije que, si encontraban alguien más adelante buscando sus documentos perdidos, yo los había encontrado. 

El sol se había vuelto más implacable y tanto el sombrero los anteojos de sol la camisa de mangas largas no lograba atenuar el irradiante sol y la temperatura se acercaba a los 40. Más adelante veo a varios centenares de metros una mujer que se acerca en sentido contrario y venia corriendo con sus brazos levantados, era la dueña del portafolios. 


Con verla comprobé que era la señora propietaria, la salude y le dije que tenia algo que ella había perdido, se alegró mucho, tomo el portafolios lo abrió tomo una parte del dinero y me dijo "por favor esto es para usted", yo me rehusé a recibirlo, ella insistió y me dijo que correspondía por el gesto. Le dije que no lo recibiría y después de todo es algo que ella tal vez hubiera realizado si hubiese estado en mi lugar. La mujer con rostro alegre cambio su rostro lentamente, se volvió más seria casi en una mueca de dolor y me contesto: “No, esta equivocado señor”, yo no huera hecho lo mismo, porque soy distinta que usted, le pregunte ¿a qué se refiere señora?, ella me dijo: “yo soy una mala persona”, no soy como usted.

Me di cuenta de que mis palabras en los próximos instantes debían ser decisivas, y le dije: “señora, no importa si usted es una mala persona, ahora, a partir de ahora usted puede cambiar y ser alguien diferente, y ser una persona más buena y más feliz”. Ella se echó a llorar diciéndome “usted no sabe quién soy yo”. Le dije: pero no obstante usted está aquí haciendo el camino de Santiago de Compostela y ha venido desde Italia para esto. Sí estoy haciendo este camino, pero es para escapar de mí misma, con el anhelo de poder encontrar algo que me cambie. Como logro esto, me quiere decir.

Usted señora puede cambiar ahora mismo, deseando ante todo de quererse y de  sinceramente cambiar; perdónese a si misma; tenga misericordia por sí misma. 

Ella me interrumpió: “usted no sabe las cosas que hice”, soy miembro de “la  'Ndrangheta” italiana y que había cometido actos gravísimos. Señora se que esa organización criminal a la que pertenece es una de las más poderosas de Europa, pero usted esta caminando hacia Santiago, como yo. Usted puede huir de la justicia y no ser nunca encontrada pero no puede huir de sí misma. Hoy tiene la oportunidad de iniciar una nueva vida, quien tiene la capacidad de hacer esto es solo usted y el momento para iniciar es solo en el momento presente.

Ya desde la colina se veía el pueblo de Cebreiro se veían algunos peregrinos detenidos bajo las sombras de los arboles, un pequeño arroyo servia de descanso para los pies de algunos caminantes, se olia el pan recién hecho de algunas de las casas mas cercanas.

La mujer me dijo “usted hoy ha sido Dios para mi”, quiero cambiar pero esto me va a costar muy caro. Tal ves, pero le puedo decir señora que él vale la pena el precio, usted hoy a recuperado a sí misma y por lo tanto puede tener una vida nueva. Qué tengo que hacer ahora señor, ¿entregarme a las autoridades?, lo que tiene que hacer usted lo descubrirá dentro suyo, pero tiene que ser autentica y no mentirse.

Nos detuvimos a la entrada del pueblo, los peregrinos caminaban alegres con sus mochilas, algunos llegaban agobiados del largo viaje. Salude a la señora con el saludo “buen camino”, antes de separarnos ella me pregunto: ¿para usted quien en Dios?, sabia que eran mis ultimas palabras con ella, así es que le dije: “para mi Dios es la mejor versión de nosotros que podemos dar a los demás en el momento presente”. La mujer entre lagrimas me saludo con la mano, ella entro en un bar yo segui caminando. 


Link's

            Mas información

            Mapa camino de Santiago

 🍀🍀🍀Si dejas tu comentario aquí, no olvides de escribir tu nombre. Una vez controlado, será publicado en el artículo. Gracias. 🍀🍀🍀


Comentarios

  1. Wow! Reviví un poco de Camino leyendo. Que lindo el encuentro con la Señora de la billetera, en especial la concepcion de Dios.
    Federico Colonnetti

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

🍀 Gracias por dejar tu comentario. No olvides de escribir tu nombre, una vez verificado el contenido será publicado en el artículo.🍀

Entradas más populares de este blog

Claves para entender el conflicto palestino-israelí

El simio cocinero

Chiara Luce Badano