El simio cocinero

Si nos preguntamos lo que distingue fundamentalmente a los humanos de otros animales, solo hay, en definitiva, tres manifestaciones de la inteligencia que nos diferencian del reino animal: el arte, la religión y la cocina. Todas las demás características humana, ya se trate del lenguaje. 

La sociabilidad o incluso la agricultura y el uso de herramientas se encuentran en diversos grados en varias especies animales: los delfines se comunican, los chimpancés viven en elaborados grupos sociales, ciertas hormigas cultivan hongos, las nutrias de mar y algunas aves utilizan piedras para abrir caracoles. 

Antes de la invención de la cocina, la transformación de los alimentos en nutrientes solo se producía en el interior de nuestro sistema digestivo, cuando esta transformación se empezó a llevar a cabo por fuera del cuerpo humano, permitió economizar preciados recursos energéticos vinculados a la digestión.

Este pasaje de una digestión en el interior del cuerpo a una transformación de los alimentos fuera del cuerpo humano fue la verdadera acta de nacimiento de la cocina. Las consecuencias fueron muy profundas, ya que la economía de energía permitía por están nuevas prácticas, en especial gracias al fuego o a la acción de bacterias y de levaduras, le permitió a nuestro cerebro desarrollarse a expensas de nuestro sistema digestivo que necesitaba menos energía para funcionar. Gracias a la energía aportada por el fuego durante la cocción de alimentos, nuestro cerebro pudo proseguir su desarrollo hasta alcanzar su actual tamaño de 1.300 cm3.
  
Un amigo me señaló este libro que leí y me precio excepcional y es por ello por lo que lo comparto con ustedes.  Me animé a transcribir parte de la introducción del: “El simio cocinero”, del escritor y experto en gastronomía sustentable Alexandre Stern; que de su mano nos lleva a realizar un viaje a nuestro común pasado como especie focalizando de manera científica y a la vez accesible aquellos momentos que fueron fundamentales para nuestro desarrollo teniendo como lente de lectura una actividad para nosotros cotidiana que es la cocina.  Buena lectura.


Comentarios

  1. Gracias por la Introducción, despierta gran interés el contenido. Trataré de conocerlo ( leerlo )😊
    Muy amable!! Saludos!! Patricia

    ResponderBorrar
  2. Estoy gozando de la lectura de este apasionante libro. Estoy encantada por el viaje increíble que han hecho las plantas a lo largo de la historia. Ahora cuando abro mi heladera trato de identificar el origen de cada alimento. Excelente libro. Rebeca R.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias Rebeca por tu comentario y que bueno que lo estas leyendo, su contenido es un verdadero tesoro. Un gran saludo para toda la familia.

      Borrar
  3. Die Lektüre dieses Buches hat mir Antworten auf viele Fragen gegeben, die ich über die Herkunft alltäglicher Mahlzeiten hatte. Es ist sensationell, danke Marcelo für den Hinweis. Markus Cleffer

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Thank you Markus for your comment and I am glad that you liked it especially for someone like you dedicated to the culinary subject, now you will be able to better explain the origin of some dishes. A big greeting and my best wishes for your venture.

      Borrar
  4. Que importante es saber un poco más de algo que hacemos cada día, alimentarnos. El saber el origen de los elementos que forman las distintas comidas creo que es algo muy importante y que nos enriquece. Gracias por la señalación de este libro que ahora forma parte de mis predilectos.
    Mario G. / Argentina.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. ✅ Gracias Mario por tu comentario. Me alegra que te haya gustado el libro y como tu detallas es una gran riqueza poder acceder a esta porción de conocimiento que nos hace más conscientes de las cosas cotidianas.

      Borrar

Publicar un comentario

🍀 Gracias por dejar tu comentario. No olvides de escribir tu nombre, una vez verificado el contenido será publicado en el artículo.🍀

Entradas más populares de este blog

Claves para entender el conflicto palestino-israelí

Chiara Luce Badano